En la vida sólo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes y no importa lo buenas que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño…
Cometer un error es la cosa más fácil del mundo. A veces es un segundo, que pasa inadvertido, el instante en el que tomamos la decisión equivocada. Entonces todo se complica, y las cosas parecen no tener remedio. Pero siempre hay solución. Y de la misma forma que la capacidad de equivocarnos es parte de nosotros, también lo es la capacidad de reparar nuestros errores.
Cuando nosotros mismos nos equivocamos o alguien hace que erremos, queremos tener razón siempre. Y eso nunca es así, más que nada porque cuando estamos en el error vemos las cosas de otro calibre; lo que normalmente nos puede parecer común, en un enfado nos molesta bastante. No somos críticos cuando miramos con enfado.
Sin el perdón no se saldan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan, y lo máximo que podemos esperar es que algún día tengamos la suerte de poder olvidar.
Es la primera entrada que copio a una chica cellista y amiga mia..pero me parecia ideal
=) (Iris)
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